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La pandemia y las medidas restrictivas han provocado un golpe histórico a la economía española.
A causa de la pandemia de covid-19 provocada por el tsunami, 2020 pasará a la historia y la pandemia tiene un impacto especialmente grande en la economía española. Siete meses después de la propagación del virus, España perdió 370.000 puestos de trabajo, tenía 750.000 personas en ERTE y destruyó 86.000 empresas.
Hace un año, el país entraba en una nueva década de desaceleración generalizada. Desde 2015, cuando alcanzó un crecimiento récord del 3,8% del producto interno bruto (PIB) y consolidó su salida de la crisis, la economía nacional se ha ido contrayendo gradualmente, con un aumento del 2% en 2019. Luego, los analistas predijeron un progreso tímido durante tres años, alrededor del 1,5%.
Pero esas predicciones ya pesimistas han sido superadas con creces por la realidad. El brote de coronavirus y el bloqueo del gobierno bajo la alerta emitida el 14 de marzo han provocado que el PIB del país disminuya más en la historia reciente. La economía cayó un 5,2% en el primer trimestre (15 días consecutivos de interrupción) y un 17,8% en el segundo trimestre, confirmando el retroceso tecnológico.
A pesar de la recuperación del verano (un incremento intertrimestral del 16,7% a finales de septiembre), la segunda ola volvió a frenar la actividad económica en la última ola de 2020. Todo apunta a que el año terminará en una contracción anual. Según la previsión media de la agencia, Esta relación es superior al 11%.
Se espera que el gobierno caiga un 11,2%; se espera que el Banco de España caiga un 11,1%; se espera que la Comisión Europea caiga un 12,4%, lo que convertirá a España en el país con el peor colapso económico de la UE. El declive del FMI fue del 12,8%, lo que nos convierte en el país desarrollado con el mayor descenso, solo superado por 15 países del mundo, entre los que muchas islas paradisíacas han sufrido el colapso del turismo.
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