La evolución del conflicto nacionalista


España es un país descentralizado con una organización territorial compleja, en la que conviven diferentes identidades nacionales y regionales. Se trata de un fenómeno reciente en la historia, ya que se originó en determinadas regiones a finales del siglo XIX y cobró impulso con el Desastre de 1898, tras lo cual se configuró en Cataluña y en el País Vasco como factor clave en la actividad política española, excepto durante las dictaduras que ocupan casi la mitad de siglo.

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Estos movimientos tienen su origen en el regionalismo, producto del romanticismo del siglo XIX, así como en determinadas tradiciones, el espíritu popular y la sensibilidad medieval. El regionalismo se ha arraigado por toda España, pero solo Cataluña y el País Vasco tienen un fuerte nacionalismo. La cuestión principal que nos hacemos es ¿por qué fue así y no tuvo tanta importancia en lugares como Galicia?

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La explicación suele encontrarse en los impulsos industriales vascos y catalanes, influyendo; por tanto, el sentimiento de una riqueza creciente y superior. Sin embargo, la burguesía catalana solía mostrar el entusiasmo español por el mercado de productos mientras que el nacionalismo vasco exaltó más bien una idealizada sociedad rural y bucólica. Por tanto la industrialización tiene cierta influencia pero no es decisiva.

 

 

 

 

 

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